El bestiario que tiene en sus manos fue hallado en la Antártida en el pico de un pingüitán, una especie híbrida -mitad pingüino, mitad orangután- avistada una única vez en la historia.
Mucho más que una agenda escolar, este bestiario es, a la vez, juego, bitácora, libro de viajes y cuentos, cuaderno de dibujo y manualidades,… Un trampolín creativo para estimular la imaginación, el lenguaje y los trabajos manuales en niños y niñas a partir de 4 años de edad.
Sus páginas recogen la teoría por la que Zoe Animalis, afamada zoóloga del s. XVIII, nunca pasaría a la historia: para qué esperar la evolución de las especies si podemos inventarla.
Y propone un reto a las y los peques: que completen el bestiario dibujando, recortando o creando con técnicas mixtas sus propios animales ultrarrevolucionados.